Quizás por razones históricas en nuestro país, somos poco exigentes a la hora de degustar un café. Entendemos que saborear una taza de café por la mañana, después de comer o a cualquier hora , tiene como objetivo el disfrute

de ese excelente sabor, así como el estímulo que produce. Si esto no nos aporta ese placer pensamos que no tiene sentido tomar café.

PreparaciónPara disfrutar de esa taza es necesario:

  • Partir de un café de calidad, con aromas agradables.
  • El café debe estar bien conservado, es decir fresco y sin olor a rancio.
  • Moler adecuadamente según la cafetera y en cantidades justas.
  • El agua debe ser con pocas sales o mineral.
  • No dejar restos de molido o líquido en las cafeteras.
  • Limpiar el equipo cada vez que se prepara.
  • Tomar siempre el café recién hecho.
  • La cantidad por taza, según la cafetera, entre 7 y 9 gramos.
  • No recalentar nunca el café.